ACCESO:Una de las grandes ventajas del buceo en la Rada Norte es la facilidad de acceso para las embarcaciones que tienen su base en el Muelle Deportivo, los pecios se encuentran a la vuelta del Muelle Reina Sofía, entre 2 y 3 millas náuticas desde los pantalanes. La accesibilidad es otra cuestión, algunos han sido enterrados por las labores de relleno del Muelle de la Esfinge, otros se encuentran dentro de la nueva zona portuaria y otros en el canal de acceso. En ninguno de estos se puede bucear. Todavía está permitido el buceo en los que están más al sur y pegados al espaldar del Reina Sofía, previo permiso obtenido por radio de la Autoridad Portuaria en el momento de zarpar y siempre que se quede el patrón a bordo durante el buceo.
CONDICIONES:
Otra de las bondades de esta zona es que tanto La Isleta como el Muelle de la Esfinge la protegen del viento y el mar, por lo que resulta una zona muy tranquila en la que se puede bucear incluso cuando las condiciones meteorológicas lo impiden en otros puntos de La Isleta. De alguna manera se puede recurrir a ellas como inmersiones refugio.
Siendo las profundidades alcanzadas medias o grandes, según el pecio, es aconsejable el uso de nitrox de (28 a 32) según la profundidad que se quiera alcanzar.
ENTRADA:
Normalmente la entrada es directa, con bajada por el cabo de fondeo. Lo ideal es fondear sobre la arena corriente arriba del pecio y dejar garrear el ancla hasta que se agarre. Es conveniente hacer el descenso agarrado al cabo.
Han de tomarse las precauciones habituales para no ser golpeado por el casco de la embarcación, si hay oleaje, y para no ser arrastrado por la corriente. Una vez en el fondo debe asegurarse el fondeo en la parte alta del pecio y colocar el globo.
Recientemente, Buceo Canarias ha colocado un cabo fijo con una boya que simplifica enormemente la maniobra y protege el pecio de deterioro. Simplemente hay que capturar el cabo con un mosquetón.
SALIDA:
La subida se realizaba por el fondeo con la embarcación a la deriva. Una vez que todo el grupo estaba agarrado al cabo el guía liberaba el ancla y, después de hinchar algo el globo para levantar el ancla pero no la cadena, la dejaba sobre la arena, corriente abajo, para que garrease. La deriva no suele ser mucha y la suavísima corriente, caso de haberla, va hacia el Sur, librando a la embarcación de la costa y acercándola a casa.
Desde que hay cabo y boya permanentes, la subida se hace por el cabo con la embarcación fondeada, lo que no es ningún inconveniente porque en la zona nunca hay corriente.